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ALAS 6ta GENERACIÓN: ¡Cierre de pequeños grandes proyectos!

¿Qué es, exactamente, algo como “pequeño gran proyecto”? Se sabe que todo esfuerzo conlleva a un resultado, este puede ser lo bastante significativo o impactante tanto para quien lo ejerce como para quienes son testigos o parte de. Por tanto, si bien los resultados pueden medirse, calificarse y cuantificarse, la experiencia que es vivir el esfuerzo puede variar de muchísimas formas, todo depende de la actitud, el sentido de aventura y la pasión de quien lo desarrolla. No importa si el proyecto es pequeño, lo será inmenso si se vive con compromiso y entusiasmo.

En Fundación Vamos México existe un programa específico en el que esfuerzos y experiencia son el principal objetivo, pues todos los resultados que brinde esta combinación, por default son grandes logros. ALAS (Activando Líderes en Acción Social), ya lleva 6 generaciones desarrollando proyectos comunitarios. Son 6 generaciones en las cuales jóvenes de distintas comunidades aledañas a San Cristóbal (donde se halla Centro Fox), unen fuerzas para crear un solo equipo que desarrolle, a lo largo de un año, distintos proyectos ecológicos, educativos, deportivos y sociales en sus entornos, donde descubren, redescubren y refuerzan cualidades que van forjando su liderazgo, brindándoles mayor seguridad en sí mismxs, y ayudándoles a ejercer otras actividades fuera de su cotidianidad.

Los miembros de esta 6ta generación finalmente tuvieron su cierre de proyectos durante las últimas dos semanas de junio 2022. Los proyectos variaron en temáticas y lugares: actividades educativas en escuelas y zonas deportivas, acciones ecológicas en ríos y calles, e incluso una pequeña obra teatral donde planteaban el propio tema de la experiencia ALAS, el cómo volverse parte del programa, los nervios que conlleva su compromiso y la emoción de llevar a cabo sus proyectos.

Entre estos proyectos, se encuentra el de Fanny, quien tiene la preocupación de vivir en entornos llenos de basura que arrojan las personas a los ríos de la zona, causando inundaciones en épocas de lluvia. Fanny limpia constantemente el río de su comunidad, Los Arcos, y finalmente su proyecto culminó en una limpia mucho más grande y organizada en apoyo de sus compañeros de ALAS, quienes recolectaron una cantidad considerable de basura, destaparon el viaducto de un río, extrajeron plásticos de matorrales y juntaron ramas secas peligrosas para el entorno. El resultado fue excepcional.

Otro proyecto fue el de Gael, quien organizó algunas dinámicas en una escuelita primaria de la comunidad La Sandía. Estas constaron de adivinanzas donde debían identificar valores y la profundidad de su significado. Este tipo de actividades siempre resultan de gran interés para los niños, ya que la mayoría realmente concuerda con el sentido de estos valores. Este proyecto es uno entre varios relacionados a lo educativo que se llevaron a cabo en distintas escuelas de las comunidades aledañas a San Cristóbal.

Otro caso similar fueron los de Samantha y Pau, quienes organizó rallies y competencias matemáticas en dos escuelitas primarias, una en la comunidad La Cinta y otra en la comunidad Jesús del Monte. La idea de estos rallies matemáticos rindieron frutos tanto para los alumnos como para ellas, demostrando su liderazgo y practicidad para organizar este tipo de actividades. Uno pensaría que las matemáticas no son el fuerte de muchos niños y, por tanto, se mostrarían renuentes a participar. Pero contrario a esto, cada uno de los niños, por difícil que resultaran los problemas de cálculo mental y operaciones veloces, mostraron determinación en lograr resolver cada actividad. Incluso los propios maestros reconocieron y celebraron los respectivos liderazgos de ambas chicas. Todos estos logros se debieron al liderazgo de Samantha, Pau y Gael, así como la fraternidad de la 6ta Generación.

Otro caso fue la presentación de una obra teatral escrita, dirigida y actuada por Brayan, un muchacho de gran capacidad enérgica y compromiso, quien logró representar el nerviosismo de integrarse al proyecto ALAS, las expectativas personales, las dudas sobre uno mismo y sus capacidad, el miedo al fracaso y, finalmente, el triunfo como resultado del confrontar todas las inseguridades que impiden cumplir metas. En la obra, una chica logra ser de las integrantes de ALAS, lo que provoca que la Frustración y el Liderazgo se hagan presentes con la forma de figuras con capa. Ambos personajes intentan influir en la nueva chica ALAS, quien atraviesa por distintos momentos donde ambas figuras toman el control.

Finalmente, logra triunfar sobre la Frustración, aprendiendo que el camino del liderazgo no es solitario, pues se requiere de trabajo en equipo, confianza en uno mismo y determinación en los objetivos. Además, fue un momento sumamente divertido para su público y participantes, quienes no paraban de reír y participar, transformando la ocasión en una obra fluida e interactiva.

Pero no solamente los niños, las escuelas, las calles y el medio ambiente fueron parte de los objetivos sociales de esta generación. En conjunto con el programa de Fundación Vamos México, CEDRO (Comunidades en Desarrollo Reactivando Oportunidades), uno de los proyectos organizado por Diosy, centró esfuerzos en brindar a los abuelitos de la comunidad de San Cristóbal un momento memorable de manualidades, bailes y juegos. Esta ocasión fue conmovedora, al grado en que una de las abuelitas comenzó a llorar de felicidad justo en el momento en que todos comenzaron a bailar al ritmo de algunas cumbias.

La abuelita explicó que llevaba años sin sentir la dicha de la juventud, para la cual no se tiene edad. El escenario le fue tan bello y repleto de vida que fue sobrepasada por las emociones, algo que recibió una hermosa ovación por parte de los chicos de ALAS. No faltaron las reflexiones y los recuerdos, pues en un encuentro tan íntimo entre abuelitas y jóvenes, la vida pareciera mucho más fuerte y presente.

Cada proyecto buscaba impactar de forma considerable, no solamente a los entornos físicos, sino a las personas, fuese en el lugar que fuese. Así es como Carlos (Charly para sus amigos), decidió realizar su proyecto en la comunidad de los Sapos, donde se encuentra un centro de rehabilitación. Para este proyecto no fue posible tomar fotos, dado las leyes estrictas del lugar y salvaguardar la identidad de los internos. Ahí, Carlos lideró a sus compañeros ALAS para trabajos con jóvenes y personas adultas cuyas vidas han sido profundamente tumultuosas, motivándolos a mejorar en sus fuertes procesos post-adicciones. A través del arte, Carlos les pedía desarrollar sus expresiones más íntimas, de manera que sirviera como terapia y lograran hallar un poco de paz, que es lo que hace falta en ocasiones para vislumbrar todo con mayor claridad. El peso de este proyecto fue lo bastante fuerte como para brindar a la 6ta Generación ALAS a continuar profundizando en su presente y reactivar con mayor fuerza sus aspiraciones futuras.

Por otro lado, no faltó el espíritu emprender en la 6ta Generación. El proyecto de Gilberto buscaba inspirar a niños y jóvenes de su comunidad y de escuelitas del entorno a emprender negocios y trabajar sin la necesidad de dejar la escuela. Por desgracia, es común hallar casos en comunidades cercanas al campo, que las infancias y juventudes abandonen estudios con tal de apoyar la economía de sus hogares. Gilberto, quien trabaja en la central de abastos de León, al tiempo que estudia su carrera, les habló del cómo esta forma de vida, aunque dura en ocasiones, es posible. No se debería abandonar el camino al conocimiento por la supervivencia, por duros que sean los tiempos. Su vida es un testimonio clave del esfuerzo, la adaptación y el espíritu emprendedor a una edad ideal.

Si bien cada proyecto de esta generación pudo haberse centrado en metas personales, los chicos transformaron estas aspiraciones en algo social, queriendo impactar en el bienestar y desarrollo de sus entornos. Incluso realizaron actividades fuera de ellos, como el caso de las niñas de la Casa Hogar El Sagrado Corazón El Calvario, donde en varios ocasiones les brindaron grandes momentos, desde idas al Zoológico de León hasta entregas de bolsas personalizadas con cartitas (escritas por ellos mismos), juguetes y productos de higiene personal. Hubo convivio, actividades recreativas y un montón de historias por escuchar.

Finalmente, la 6ta Generación concluye proyectos anuales, mas no caminos, los cuales continuarán forjando con su compromiso, interés y respectivas profesiones, ya que muchos de ellos comenzarán a estudiar su carrera muy pronto.

Ningún proyecto que impacte considerablemente en la vida personal de quien lo lleva a cabo, es pequeño. En lo más mínimo. ¡Grandes humanos, grandes líderes! ¡Grande, inmensa la 6ta Generación de ALAS!

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